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Diálogo intercultural: Las Misiones mexicanas de los jesuitas hoy
Ricardo Robles, s.j.
Para iniciar propongo algunas ideas breves y dejo algunos huecos durante una primera parte, breve también, para después dialogar.
Creo que en estos casos es lo más rico de un contacto así, para lograr establecer puntos de interés comunes.
Puede ser que les parezca muy escueto este principio, es algo así como decíamos en la escuela, mi acordeón, para acordarme de qué voy a hablar y lo demás ya será la plática que considero como lo interesante.
Podemos empezar, pensando que la presencia de la Compañía de Jesús en el movimiento indígena siempre es con la historia, es como las fascinantes fotografías de la exposición de la entrada, por lo menos quienes nacimos con el siglo, nos llama la atención ver imágenes que de algún modo nos tocó ver, vivir, aunque aquellas fotos eran más recientes en el ámbito familiar y eso es muy bonito, pero esa fascinación viene, creó de ver la historia como madre del pensamiento o madre de la acción de la humanidad.
Quiero comenzar con esto, justamente lo había pensado sin saber que estaríamos en un local dedicado a la historia, con un poco de contexto histórico: la Historia de México, que ha tenido un impacto fuerte en los últimos años del siglo XX , la presencia de lo indígena, que no esperamos ni siquiera los que vivimos entre indígenas, es una presencia que viene desde el principio, que nace con una consigna clara, nunca más un México sin nosotros.
En 1996 en el primer Congreso Nacional Indígena en el Centro Médico del Distrito Federal, se reunían por primera vez los pueblos indígenas de este país con su propia dinámica y empezaban a reabrir un viejo capítulo de la historia, de una manera diferente y determinante, como se ven hasta hoy, a tomar esa historia suya como expresión, rumbos y cauces para adelante, esto tiene raíces tan viejas como los quinientos, aunque en México son menos años, de ese choque cultural que se llamó de tantos modos al cumplir 500 años pero que los indígenas llamaron de resistencia, 500 años de resistencia y así son las culturas, la resistencia es más fuerte que la vida y que la muerte, la resistencia de los pueblos se ve siglos y siglos después persuadiendo, actuando todavía, esto es lo que expresan los pueblos indígenas, reclamando ser parte integrante de México y su derecho a la diferencia, su derecho a ser como son y a ser respetados tal como son.
En Tarahumara, nos ha tocado a los jesuitas estar con los pueblos de indígenas de México y creo que lo que podemos hacer es darle un vistazo muy breve a la presencia de los jesuitas dentro del ámbito del país, evidentemente que insistiré en Tarahumara porque de ahí vengo, pero trataremos de ver que esto no es un enfoque de los jesuitas de Tarahumara, sino que es un enfoque que los jesuitas que estamos con indígenas, en cualquier parte, vemos indispensable en nuestro tiempo.
Con esto paso a ilustrarlos un poco, ¿dónde estamos los jesuitas en México? presencia jesuita hay en una serie de lugares empezando desde el norte más norte de Tijuana, hasta el sur más sur de Sinaloa, (Mérida está a un nivel más alto que el Distrito Federal).
Los jesuitas en México estamos en muy diversas ciudades en algunos sitios con indígenas, en otros con toda clase de personas, en donde trabajamos exclusiva o predominantemente con indígenas la historia nos lleva como de la mano para tomar precisamente una orientación de diálogo intercultural del que trataré de hablar hoy.
La parte que agrupa más jesuitas con indígenas es Tarahumara en Chihuahua, Bachajón en Chiapas y Tatahuicapan y Guayacocotla, en el estado de Veracruz, es curioso pero a estos dos últimos lugares fuimos, no porque fueran indígenas, sino porque calculábamos que podrían tener importancia en el futuro, pero en cuanto llegamos a trabajar ahí poco a poco descubrimos que los que llegaron ahí fueron descubriendo que estaban entre indígenas, creían llegar con campesinos, pero no, eran indígenas, eso es interesante porque se da en la dinámica de los mismos pueblos indígenas, habían preferido pasar por pueblos campesinos sin una orientación de diferencia y de pronto se encuentran que la mejor manera de salir adelante es reafirmar su identidad, se redescubren de alguna manera en ese sentido y lo que antes tenían para el ámbito familiar y comunitario deciden expresarlo para el país,
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